Esta es, por mucho, una de las mejores rutas que puedes hacer en autocaravana en el sur de España. Paisajes, carreteras con curvas, playas doradas y puertos espectaculares son sólo algunos de los atractivos que encontrarás en tu recorrido por estos pueblos mágicos. El nombre de esta ruta viene del color blanco de las fachadas de las viviendas que se disponen a lo largo del camino. Las cuales, son revestidas de cal para aislarlas del duro calor del verano.

Son 19 pueblos los que conforman la ruta de los pueblos blancos de Cádiz y Málaga. Sin embargo, son 5 los más emblemáticos y bonitos para visitar…

Comenzamos con Arcos de la Frontera, es la puerta de acceso a los pueblos blancos y una de las maravillas de Cádiz. Es una fortaleza que trae recuerdos de la época en que reinaban los musulmanes y que, a su vez, es una muestra perfecta del mejor momento  del cristianismo. Palacios, Iglesias, conventos, son edificios maravillosos que encontramos en este lugar.

Pasamos por Grazalema, localidad que se encuentra en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema. La plaza central de este pueblo tiene numerosas terrazas donde poder sentarse y tomar el aperitivo, mientras se disfruta del momento. La iglesia de nuestra Señora de Aurora y en lo más alto del pueblo la Iglesia de San José, constituyen, ambas, dos puntos turísticos inmejorables de la zona.

Siguiendo el camino nos encontramos con Olvera, en este pueblo destacan el Castillo Árabe y la Parroquia de nuestra Señora de la Encarnación. Ésta última es una iglesia de dimensiones enormes que bien pudiera pensarse que se trata de una catedral. Una de las mejores experiencias del lugar es aparcar en la parte baja y subir a pies la cuesta de la Calle Llana donde los balcones engalanan la calle.

Setenil de las Bodegas, seguramente, es uno de los pueblos blancos más fotografiados de la historia. Esto se debe a diferentes factores. Por un lado, es un pueblo que posee diferentes alturas. Por otro, en su parte más baja lo atraviesa el río Guadalporcún y, a su lado, existen numerosas cuevas que un día fueron habitadas y que en la actualidad se han convertido en múltiples tiendas y restaurantes. En lo más alto del pueblo se encuentra el castillo fabuloso y espléndido.

Podemos llegar a la mitad de la ruta de los pueblos blancos cuando entramos a Zahara de la Sierra. Posee hermosas vistas hacia el embalse del rio Guadalete. La torre del homenaje es un lugar, en el cual vale la pena observar el atardecer. En general, el pueblo es precioso y bien conservado. Un lugar para conocer y nunca olvidar.